ÁREAS DE LA ENSEÑANZA
"ASISTENTE DE MAESTRA EN JARDÍN MATERNAL"
"ASISTENTE DE MAESTRA EN JARDÍN MATERNAL"

LOS CONTENIDOS
Proponemos
una organización similar al Diseño Curricular de la Prov. de Bs. As. donde los
contenidos a enseñar se organizan en cinco áreas de enseñanza que van a
orientar cada uno de los cuadernillos que en este curso desarrollaremos.
- · Formación personal y social
- · Exploración del ambiente
- · Desarrollo motriz
- · Comunicación y expresión
- · Juego
Esta
organización nos posibilitará combinar saberes provenientes de diferentes
ámbitos culturales, al ordenar y articular categorías que no son excluyentes y
favorecen la discusión en torno de aspectos que aún no están definidos o que se
transforman en cada ámbito.
La idea
de Área intenta favorecer la comprensión, posibilita el establecimiento de
relaciones entre los contenidos que se seleccionaron, sin demarcar límites
rígidos, permite integrar, conectar, de modo de favorecer el conocimiento y la
comprensión de la realidad como un todo dinámico y complejo.
Cabe
aclarar que algunos de los contenidos enunciados están planteados como
prácticas ya que expresan la necesidad de que el bebé/niño accione sobre los
objetos de su entorno cercano, donde se pondrá en juego el conocimiento de su
propio cuerpo, del ambiente y de los objetos que se le ofrezcan para ampliar
sus experiencias.
Asimismo
importa explicitar que esta división por áreas en el Diseño Curricular es solo
a efectos de organizar los contenidos, pero en la tarea cotidiana de las salas
–en particular en las dos primeras secciones– se enseñan de manera articulada.
ÁREAS DE ENSEÑANZA
A continuación se mencionan cuáles serán los
aspectos generales a considerar en cada área.
Formación personal y social
Comprenderemos
que el bebé percibe que todo lo placentero es propio y que lo displacentero,
proceda o no de su interior, es del mundo externo. La frontera que permite
discriminar lo que le es propio –su realidad interna–, de la realidad externa,
no está dada en la dotación biológica de la especie humana, sino que es
producto de la experiencia, y ésta nunca es acabada.
(placer-displacer); el desarrollo de los movimientos y la acción sobre los objetos que le posibilitan ir alcanzando mayor control sobre sí; y fundamentalmente descubrir la existencia de los otros e interactuar con ellos, que lo contienen y le devuelven afecto.
Reconoceremos
que el vínculo con los otros favorecerá el desarrollo de la confianza en sí
mismo y la configuración de su personalidad. De a poco irá adquiriendo una
mayor autonomía que le permitirá diferenciarse, separarse de los demás e ir
fortaleciendo su yo, para eso necesita de pares y adultos, quienes al ofrecer
diferentes modelos de identificación irán permitiendo la constitución de su
subjetividad.
Partiremos
de considerar a la familia como la primera instancia de socialización y la que
le permite al niño ir construyendo su identidad. El ingreso de un niño a la
institución educativa amplia ese universo inicial, la convivencia con otros
niños y con otros adultos, de orígenes, hábitos y culturas diversos posibilita
y favorece el conocimiento de otras realidades distintas.
Exploración del ambiente
Veremos
como los niños exploran sus posibilidades de movimiento, los sonidos que pueden
producir con diferentes objetos o con su propia voz, las características de los
objetos y los posibles usos de los mismos.
La exploración tiene dos objetivos: por un lado probar las distintas
acciones que el sujeto es capaz de realizar adecuándolas al objeto y
complejizarlas al coordinarlas o transformarlas en función de los resultados de
esas primeras acciones posibles y por otro lado conocer las características y
posibilidades de los materiales. En la exploración la acción está al servicio
del objeto y permite conocerlo. (DGCyE, DPEI, Orientación Didáctica Nº6. La
Plata, DGCyE, 2009)
Estos dos
aspectos de la exploración no implican necesariamente una jerarquización ni una
secuenciación. En estas acciones se entrecruzan las exploraciones que realizan
los niños sobre las características y reacciones del objeto con la indagación
acerca de las acciones que es posible aplicar al mismo. A partir de estas
actividades los niños van transformando y enriqueciendo sus esquemas de acción,
al tiempo que conocen y transforman los objetos.
Las
primeras exploraciones activas del niño comienzan a partir de su propio cuerpo
y de la acción de éste sobre el mundo que lo rodea. Todas estas acciones le
brindan información que paulatinamente se irá ampliando y enriqueciendo. En los
primeros años de vida el contacto con el mundo permite a los niños construir
conocimientos prácticos sobre su entorno, relacionados con su capacidad de
percibir la existencia de objetos, seres, formas, colores, olores, sonidos, de
realizar movimientos en los espacios y de manipular los objetos. El niño
experimenta al realizar acciones cada vez más coordinadas e intencionadas. Los
adultos en interacción con los niños acercarán los objetos, sostendrán la
acción con su palabra y su mirada, realizarán actividades conjuntas a fin de
que los niños vayan desarrollando nuevos aprendizajes.
Descubriremos
que los niños inician un reconocimiento de ciertas regularidades de los
fenómenos sociales y naturales e identifican contextos diversos, movidos por
sus propias necesidades y la curiosidad que, confrontadas con las respuestas
ofrecidas por los adultos, otros niños o por diversas fuentes de información
(libros, noticias de TV, revistas) enriquecerán el conocimiento del mundo y le
permitirán ir construyendo explicaciones para los diferentes fenómenos y
acontecimientos, que en sus inicios serán subjetivas e individuales.
Desarrollo motriz
“La historia del crecimiento del
niño es la historia de una dependencia absoluta que va disminuyendo
gradualmente y avanza a tientas hacia la independencia”(Winnicott, 1989).
El contacto con el cuerpo del bebé, el modo de ubicarlo, de sostenerlo,
es una experiencia necesaria para que el niño pueda discriminar y diferenciar
su cuerpo de los otros, explorarlo y descubrir posibilidades. “El cuerpo es la
base sobre la cual se constituye la identidad de cada sujeto que requiere para
su evolución y desarrollo la investidura afectiva de los otros significativos,
particularmente de aquellos que rodean al niño durante los primeros años de
vida”.(Secretaría de Educación, GCABA, 2000)
Proyectaremos
las actividades de exploración de los diferentes objetos puestos a disposición
de los niños las que posibilitarán mayor precisión en sus movimientos y un
ajuste de los mismos a las demandas de la acción, con la consecuente
coordinación del hacer y del mirar. Las diferentes experiencias de probar y
probarse frente a los desafíos de moverse en el espacio y dominar los
movimientos de su cuerpo, les permitirá adquirir lentamente conciencia de las
posibilidades y limitaciones propias.
Comunicación y expresión
Descubriremos que desde su nacimiento, el niño aprende diferentes procedimientos que le posibilitan cumplir distintas funciones comunicativas, las que son posibles gracias a las interacciones con los adultos, quienes dan significación e intencionalidad a las manifestaciones del niño y le permiten adquirir habilidades específicas referidas al lenguaje.
Estableceremos
relaciones entre subjetividad y lenguaje, la palabra nombra, configura a los
sujetos, da la posibilidad de designar el contexto y también de actuar sobre
él. A través de la lengua se opera sobre la realidad y paralelamente se
construye.
Cuando haremos
referencia al lenguaje lo pensaremos en su forma verbal pero también en la que
lo precede: el lenguaje no verbal. En ambos casos, en lo verbal y en lo no
verbal, la necesidad de interpretación por parte del adulto es fundamental para
especificarlo, diferenciarlo y comprenderlo.
Graciela
Montes (1999) señala que son las palabras las que van estructurando el mundo
infantil, lo ordenan de acuerdo con una carga cultural, un modo de ver, sentir
y manejar el mundo.
Las
actividades artísticas le proporcionan al niño la posibilidad de comunicar sus
sentimientos, ideas y actitudes; crear y representar el mundo que lo rodea: el
de la imaginación y el de la fantasía. La integración entre los aspectos
sensitivos, estéticos, afectivos y cognitivos, confiere un carácter
significativo a estas formas de la expresión humana que por sí justifican su
presencia en el contexto de la educación, de un modo general y particularmente
en la educación infantil.
Juego
El juego ofrece a los niños
oportunidades para el desarrollo de las capacidades representativas, la
creatividad, la imaginación, la comunicación, ampliando la capacidad de
comprensión del mundo para constituirse en miembro de una sociedad y una cultura” (Malajovich, 2000).
“El juego es una construcción
social, no un rasgo natural de la infancia. El juego es una expresión social y
cultural que se transmite y recrea entre generaciones, y requiere de un
aprendizaje social. Esto quiere decir que los niños aprenden a jugar: aprenden
a comprender, a dominar y por último, a producir una situación que es distinta
a otras” (DGCyE,
2008). Por lo tanto se enseña a jugar, y eso define la función educativa del
ciclo y nos invita a diagramar la intervención del docente que en este sentido
lleva a cabo un rol mediador.

Consideraremos
que desde muy temprana edad deben brindarse las posibilidades de juego de los
niños. La evolución y el desarrollo de los pequeños van marcando diferentes
características en sus juegos, se tratará entonces de identificar los rasgos
propios del juego en el Jardín Maternal.
Es
necesario plantear en este ciclo que el juego implica crear un ambiente (no
solo un espacio) compartido donde se establecen relaciones intersubjetivas
entre los docentes y niños y entre los niños entre sí. El modo de comunicación
que se construye es lo que otorga sentido a las situaciones de juego. El
docente observará atentamente qué situaciones de juego surgen o inician los
niños o promoverá otras para “avanzar hacia formas cognitivas más complejas”
(Soto y Violante, 2008).