desafiantes, se apropian del espacio y de lo que éste contiene.
Cada persona, objeto o situación despierta sus intereses
e iniciativas. Buscan su independencia y el poder desplazarse libremente les permite ejercerla.
Quizá sea
esta la sección que presenta mayores desafíos para el docente. La actividad
intensa que despliegan los niños, sus necesidades de tocar, manipular, explorar
el medio, obligan al adulto a estar
todo el tiempo atento a sus iniciativas, lo que produce un gran desgaste físico
.
Por otro lado, sus múltiples intereses, su atención
lábil y los constantes cambios de actividades hacen necesario una planificación
rica en propuestas múltiples y variadas.
Las
problemáticas centrales que caracterizan a esta edad son el desarrollo de la
capacidad de representación y la afirmación de la locomoción. La propuesta
docente para trabajar con estas edades deberá contemplar el inicio del juego
simbólico y la expresión verbal y no verbal del niño, la exploración de objetos
para estructurar su permanencia y la organización a nivel de la acción del
espacio y del tiempo, estableciendo ordenaciones témporo-causales entre los
acontecimientos.
Los
vínculos afectivos con los otros (pares y adultos), base de todos los
aprendizajes, serán el marco de seguridad y confianza que permitirá incrementar
su autonomía en las diferentes actividades diarias y favorecerá sus intentos de
independencia frente al adulto, basados en sus posibilidades reales.
Por
último, se alentará el desarrollo de la motricidad fina y gruesa, propiciando
el conocimiento de su cuerpo y el de los demás y afirmando su eje postural, ya
que sus movimientos, en general, son lentos, poco coordinados y, por lo tanto,
"poco económicos".
Los
contenidos en esta sección están agrupados de igual forma que en la primera
sección, es decir, alrededor de ejes:
LA PLANIFICACIÓN DE LA TAREA Llamamos planificación al instrumento con el que los docentes organizan su práctica educativa articulando el conjunto de contenidos, opciones metodológicas, estrategias educativas, textos y materiales para secuenciar las actividades que se han de realizar. LEER:
El siguiente video muestra una propuesta realizada en la Escuela Infantil de Pozuelo de Alarcón, en la cual introduce a los niños de 18 a 21 meses en el reconocimiento de la figura humana...
Durante el tiempo del jardín ... y más allá...
El cuerpo -desde el psicoanálisis- es efecto de una serie de operaciones. Es, por ello, una construcción que no es dada desde el nacimiento sino que se logra a través de sucesivos pasos y nunca concluye como tal. Esos pasos presumen una secuencia de cortes, una secuencia lógica más que cronológica si bien ciertos momentos de la adquisición del cuerpo pueden articularse a las etapas que va atravesando un sujeto.
Es necesario partir de la diferencia entre organismo y cuerpo. Para llegar a tener un cuerpo es necesario cierto recorrido, más bien complejo, que pasa por el vínculo con los otros, que supone la construcción.
No nacemos con un cuerpo, nacemos con un organismo, y debemos pasar por ciertos circuitos de lenguaje, circuitos enteramente simbólicos distintos del orden puramente biológico, para llegar a hacernos con ese cuerpo. Y, en efecto, "nos hacemos" con el cuerpo del mismo modo que podemos afirmar que hablamos con el cuerpo.
Para seguir el texto (bibliografía no obligatoria):
Esta
es la sala que constituye la puerta de entrada al niño y su familia a la
escuela; implica su incorporación al mundo de lo social: el encuentro con
otros, el establecimiento de relaciones afectivas con adultos significativos,
con los que irán estableciendo vínculos cualitativamente diferentes con los
familiares. Este ingreso supone el conocimiento de otros espacios
específicamente creados para satisfacer sus necesidades y el contacto con
objetos seleccionados de acuerdo con sus posibilidades de aprendizaje. Los
adultos, los niños, los espacios y los objetos y las relaciones que se
estructuran a partir de ellos, constituyen el primer desafío para conocer y
comprender la realidad.
La enseñanza
en la Sala de Lactario
Las Áreas
y los Contenidos. Las orientaciones didácticas.
La Primera y Segunda Sección del
Jardín Maternal se constituye como un nuevo ámbito diferente al familiar, elDISEÑO
CURRICULAR PARA LA EDUCACIÓN INICIAL señala:
“Cuando los niños de estas edades inician su
escolaridad en una institución educativa se produce una serie de
transformaciones que conmueven su vida y la de su grupo familiar. La escuela se
prepara para darles la bienvenida: planifica la tarea que contempla sus
necesidades, prepara el espacio físico y los materiales, organiza el tiempo con
flexibilidad; y primordialmente el personal docente pone su afecto y
conocimiento a disposición de los niños; de este modo, marca la impronta que sellará
el futuro desarrollo del niño y su relación con las instituciones escolares.
Esta disposición afectiva del educador se traduce en su sensibilidad para
expresar y demostrar el cariño que siente por sus alumnos y sus familiares, en
su capacidad de espera, en su alegría frente a la tarea, en el compromiso que
le demanda contener y satisfacer los requerimientos infantiles y en la
confianza que transmite frente a cada uno de los logros de los pequeños.
Los niños encuentran en el espacio
institucional de estas secciones la posibilidad
de aprender con y de otros
niños. Este contacto cotidiano con ellos en un clima sereno, y con adultos y
objetos a su disposición, amplía y enriquece sus posibilidades de
conocimiento, y se constituye en una oportunidad privilegiada de expansión y
afirmación de sus capacidades. Los
docentes comparten la tarea educativa con la familia, pero no la
reemplazan sino que la complementan, aun cuando en estas secciones cumplen
además una función maternante. Ésta se manifiesta en la atención a las
necesidades primarias de los niños: es la mamadera en el regazo, el consuelo
frente al llanto, es acunar para que se duerma, es el juego en el baño y el
cambio de pañales.
Pero
además los docentes son profesionales que conducen la tarea de manera
sistemática: aprovechan estos momentos para estimular el desarrollo infantil,
generan actividades y recursos específicos para incentivar determinados
aprendizajes en los niños. La tarea en estas secciones compromete, de manera
particular, el cuerpo del docente. Esta disponibilidad se juega no sólo al
sostener el cuerpo del niño, sino también al ofrecer su propio cuerpo como
sostén o para que el pequeño lo explore como un objeto más (tomar sus cabellos
y tirar de ellos, subirse a sus piernas, acostarse sobre su abdomen, etcétera).
"Si deseamos que los niños crezcan activos, curiosos y sin miedos, debemos
brindarles un ambiente a la vez seguro y estimulante. Los bebés no aprenden
siendo presionados o sobreprotegidos, tampoco es suficiente rodearlos con los
mejores juguetes educativos y a continuación ignorarlos.
Al
ingresar en esta sección el niño inicia su participación en nuevos ámbitos
sociales diferentes de los familiares. Familia e institución se unen para
garantizar el proceso de socialización, proceso por el cual los individuos, a
través de su interacción con los otros, construyen
su propia identidad como miembros de una sociedad, a la vez que se van
apropiando de sus modos de pensar, de actuar y de sentir; en síntesis: se
constituyen en miembros de una determinada cultura.
Esta
inclusión en un nuevo medio social les permitirá el encuentro con otros niños,
el establecimiento de nuevas relaciones afectivas con los otros significativos
(pares y adultos), la búsqueda de otras formas de comunicación, el
descubrimiento y la exploración de diferentes espacios y objetos.
"Los
adultos, los niños, los espacios y los objetos, así como las relaciones que se
estructuran a partir de ellos, constituyen el primer desafío para conocer y
comprender la realidad."
La
comunicación afectiva que vincula al docente con cada uno de sus alumnos le
posibilita desarrollar su tarea educativa intencional. El diálogo permanente y
respetuoso con las familias constituye el puente que hará posible su
acercamiento comprensivo a los niños y sus necesidades.
Este CUADERNILLO CONTINÚA SU DESARROLLO atendiendo a los siguientes:
ÁREAS DE LA ENSEÑANZA
El Jardín Maternal como institución educativa representa para el niño y la niña la posibilidad
de ampliar su relación con el mundo cultural. La cultura configura hábitos, informaciones,
pautas, modos de hacer, de pensar y de valorar que contribuyen a estructurar la subjetividad.
Por eso la infancia es diferente en cada cultura, los niños se conforman en las prácticas de
crianza, modos que están condicionados por el ámbito donde nacen o se crían, el desarrollo
de la ciencia y de la tecnología de la época, la pertenencia a determinado grupo social, étnico,
político, religioso, entre otros.
La ampliación del mundo cultural se pone en marcha en el jardín maternal a partir de la selección
de contenidos. Se entiende por contenidos todos aquellos componentes de la cultura
que una sociedad desea transmitir a las generaciones más jóvenes. Para lograrlo se partirá de
propuestas de enseñanza que favorezcan el desarrollo de las potencialidades de los niños.
Por las
características del niño de esta edad es fundamental organizar la tarea a
partir de la constitución de subgrupos de alumnos, cada uno de los cuales
estará a cargo de un docente. Cada bebé tiene un modo peculiar de comunicar sus
necesidades a través de llantos, sonrisas, muecas, miradas, posturas. Cada una
de estas formas de expresión debe ser interpretada por el docente a fin de
darle la respuesta adecuada. La única forma en que esto es posible es a través
de un vínculo afectivo estable y continente, que permita interpretar y
satisfacer los requerimientos del niño.
Interpretación
y respuesta deben ser similares a las brindadas por su familia.
Por lo tanto, se hace imprescindible una relación estrecha, íntima, cotidiana
entre el docente y el hogar del niño que asegure estas coincidencias.
Establecer
esta comunicación afectiva entre el docente, el niño y el núcleo
familiar demanda tiempo, esfuerzo y una dedicación que sólo es posible cuando
el docente se relaciona con pocos niños y, a la vez, el niño y su familia con
un solo docente.
El
criterio para organizar los subgrupos puede variar según preferencias personales
de los docentes en relación con la organización de la tarea, la situación
institucional, las edades de los niños, etc. En general, los subgrupos pueden
organizarse considerando la homogeneidad de las edades o, por el contrario, su
heterogeneidad.
También es posible que se tenga en cuenta el tiempo de permanencia
del bebé en la institución y los subgrupos sean homogéneos en relación con el
horario.
Los
grupos de edades homogéneas posibilitan una mayor organización de la tarea
docente, ya que ésta requiere realizar una sola planificación con una única
distribución horaria. Pero tiene serios inconvenientes para los que se hacen
cargo de los bebés más pequeños, porque, al tener que responder inmediatamente
a sus necesidades, se torna dificultosa la atención de todos los bebés al mismo
tiempo.
El
criterio de edades heterogéneas invierte los aspectos anteriores. Facilita la
atención de los niños ya que se podrá dedicar más tiempo al más pequeño, teniendo
en cuenta que los bebés más grandes son más independientes y su tiempo de
espera es más prolongado. Es conveniente, entonces, trabajar con este criterio,
si éste además logra sincronizar el horario de permanencia de los alumnos con
el horario de trabajo del docente para evitar cambios durante el día, sería
ideal. Para simplificar la tarea de planificación, se recomienda elaborar con
todo el equipo docente de la sección una sola planificación didáctica que
contemple a cada uno de los subgrupos por edad.
ACTIVIDAD DE ARTICULACIÓN El video muestra a los integrantes de una sala..sus características..y las propuestas didácticas.
A) 1-Armar una lista de más de seis actividades que se observan en el video y proponer otras cuatro. A) 2- Haz confeccionado una lista en el punto A, ahora se pide reconocer qué ÁREA DEL ENSEÑANZA prima, sobresale en cada.
ORGANIZACIÓN
DEL ESPACIO
La
primera sección debería contar con un acceso directo al sector externo
(patio-parque), de modo de posibilitar el traslado de los bebés hacia el espacio
abierto cuando las condiciones del tiempo lo permitan. La escuela infantil debe
prever que, al menos una vez al día, los niños de pocos meses salgan al
exterior, de manera que tomen contacto con las condiciones naturales y
climatológicas de su entorno: el rumor de las hojas movidas por el viento, el
soporte mullido del césped bajo la lona impermeable sobre la cual están
tendidos, el calor del sol de invierno sobre las piernas al aire, etc.
Es obvio
que salir al exterior exige tomar las precauciones necesarias para evitar
resfriados, insolaciones, picaduras de insectos, etc. Los espacios exteriores
de que disponga la escuela deben estar previstos para facilitar toda esta
actividad. Sea el patio o el jardín de la escuela deben contar con una zona
resguardada de los correteos o algarabías de los niños mayores, para que los
chiquitines puedan realizar sin interferencias y a gusto su juego exploratorio.
Asimismo,
al igual que las demás secciones, deberá contar con suficiente aislación
sonora, para evitar que los ruidos internos y externos interfieran en las
actividades de los niños y los adultos.
La sala
requiere del establecimiento de cuatro zonas diferenciadas, pero integradas.
Una zona de
higiene, que constará
de una bacha profunda con mezcladora de agua caliente y fría y dos cambiadores
a los costados. Repisas para colocar los elementos de higiene y un espacio para
ubicar la ropa del bebé en bolsas o cajones (según las preferencias del
docente). Será conveniente que esta zona esté ubicada cerca de las ventanas
para asegurar su ventilación.
Una zona de sueñodonde estarán las cunas. Este lugar no requiere ni de
oscuridad total ni de silencio absoluto, ya que los bebés no precisan aislarse
para conciliar el sueño. En cambio, debe evitarse que las cunas estén en medio
de la zona de actividad de los niños e interfieran en su espacio. Cada niño
tendrá asignada una cuna con sus sábanas personales y se evitará cambiar los
lugares.
Una zona de alimentacióncon mesada para ubicar la vajilla
y las fuentes. Mesas y sillitas para los más grandes (aerosillas o sillas con
respaldo y apoya brazos o sillas altas, pero dobladas para que estén bajas) y
“bebé-sit” para los niños que aún no se sientan.
Y por
último una zona de
juegoque debe
ser la más amplia, de manera
que
permita el desplazamiento de los mayores sin interferir con la actividad de los
más pequeños. Este espacio abierto debe dar libertad de acción a los niños, sobre
todo teniendo en consideración que la mayoría de los bebés no cuentan con
espacios adecuados en sus hogares. Para ello, se debe evitar el uso de corralitos
o la existencia de barreras arquitectónicas que hagan peligroso el desplazamiento
autónomo. Contará, además, con colchonetas grandes para la actividad de los
bebés y, adosados a la pared, un espejo y un barral (del diámetro de un palo de
escoba) que servirá de ayuda a los que comienzan a pararse solos, y para colgar
distintos elementos, como sonajeros, que incentivarán la actividad de los
pequeños. Se podrán colocar algunos estantes a la altura de los niños y/o un
canasto para guardar materiales. Así como algún mueble con puertas para ubicar
elementos de uso de los docentes.
Es
posible organizar los materiales como si fueran sectores de juego.
Por
ejemplo, una zona con cajas, trepadoras, tabiques bajos, etc., para recorrer el
espacio; otra con canastitas, cubos, botellas de plástico, sonajeros, pelotas,
rodillos, etc., elementos para explorar; una tercera con móviles y objetos colgados, algunos de ellos sonoros,
que pueden estar al alcance de los bebés. Por último, se puede considerar un
lugar donde estén dispuestos los libros. Este espacio, que los docentes
diseñarán de diferentes modos, permite autonomía en la actividad y desafía con
nuevas propuestas que los niños descubrirán en sus diferentes sectores. Cómo organizar la Sala de bebés, una propuesta didáctica (hacer clik)